domingo, 4 de marzo de 2018

DIRK GENTLY - Agencia de detectives holística

Douglas Adams escribió una vez una explicación detallada sobre cómo diferenciar un Viernes de un Huevo Frito. En inglés, un Friday de un Fried egg. Verídico.

Pues se parecen estos, lo mismo que las novelas del escritor británico se parecen a la serie del mas bien poco cuerdo Max Landis. Mientras las novelas se recrean en los acontecimientos y sus detalles, la serie viaja a velocidad de infarto con un espléndido tono de agitación que le hace gran favor a los personajes.

Esto es un poco Doctor Who meets Sherlock. Pero a la americana. No sé si me explico :D

Otra serie muy loca que lleva ya dos temporadas de 8 capítulos cada una, estrenadas en Netflix. Dado el éxito que tuvo la saga de los autoestopistas galácticos de Adams (15 millones de ejemplares vendidos de momento), es normal que los productores hurguen en sus creaciones para intentar encontrar más oro. Pues han dado con Dirk Gently y su agencia de detectives holística.

No es la primera vez que el personaje se lleva a otros medios. Ya pasó por la BBC radio y por una miniserie televisiva de la misma cadena británica. Ahora BBC américa y Netflix resucitan a Dirk.



Ahora bien, como he dicho antes, el personaje acaba de pasar por el filtro de la mente desquiciada de Max Landis, escritor y productor que le da a la serie un tono doctor who esco y muy loco. De hecho, Landis le ha dado la vuelta a la tortilla y se ha deshecho de todo cuanto el personaje de Adams tenía. Aquel tenía una agencia de detectives en gran bretaña. Este no tiene nada y está en EEUU. Y por eso funciona. Porque Landis ha creado un universo que encaja a la perfección con este personaje entusiasta y pueril que se mueve por el mundo resolviendo casos de forma holística, o sea, según le viene. Una cosa le lleva a la otra, otra a la de más allá… y se resuelve porque TODO ESTÁ CONECTADO. Y por eso lo maniaco, desorganizado y a veces incoherente de la serie es lo que me gusta, porque de algún modo y aunque no lo parezca, cada detalle forma parte de un plan maestro.

Dirk (en la piel del británico Samuel Barnett) es el producto de un oscura organización llamada Black Wing que experimenta con seres tan raros como él, cada uno con un nombre en clave. Por ejemplo, Dirk, que sigue el destino, es perseguido por una muchacha es una asesina holística, que va matando a quien se ponga por delante también porque el destino se lo pide. Hay humor, sangre, tiroteos… que también le sientan bien al personaje que ya digo que es bastante inocente, con lo que verle en estos sangrientos entuertos crea un efecto de lo más atractivo.

Y no nos olvidemos de Elijah Wood, interpretando a Todd, un botones que se encuentra, como casi todo en esta serie, por casualidad (o no) con Dirk y que se verá envuelto en su cruzada por desfacer misteriosos entuertos. De hecho, la oposición Todd y Dirk es de lo más divertido de la serie. La misma oposición que hay entre la asesina Bart y su secuestrado Bart, entre los cuales hay un curioso síndrome de estocolmo. O Amanda, la hermana de Todd y los Rowdy 3, que en realidad son 4, cuatro destructivos vándalos psíquicos…

En la primera temporada, asesinatos y viajes en el tiempo llevaran a nuestros personajes de un lado para otro. En la segunda, el caso va de magia, hechicería y mundos paralelos. Eso y ni un segundo de descanso.

Landis ha entendido bien, a su manera y a la americana, el concepto de Douglas Adams. Todo, el guion enrevesado, los personajes absurdos, las situaciones más inesperadas… todo es una gran broma. Y con esto en mente desarrolla más y más subtramas que al final se entretejen para formar una historia que se va resolviendo al final de cada temporada. Ahora, con la segunda a la espalda, además, los personajes han crecido y han evolucionado, preparandose para lo que está por venir.

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