miércoles, 26 de diciembre de 2012

Asterios Polyp: La dualidad hecha novela gráfica


Según pasan los años, uno echa la vista atrás para ver cuáles han sido sus referentes literarios, sus obras favoritas, sus autores preferidos… Y curiosamente, estos van evolucionando con el tiempo, al menos en lo que a obras favoritas se refiere. En esta ocasión, me ha impresionado el modo en que una novela gráfica ha atraído mi atención. Soy lector habitual de las mismas y, como ocurre con los libros, hay de todo. Unas te dejan más contento, otras casi no las puedes acabar… pero no te suelen dejar indiferente (ese sería, desde luego, el peor de los casos). Para mi sorpresa, Asterios Polyp, de David Mazzucchelli, ha cumplido con honores y se ha convertido en clara candidata a ser mi novela gráfica favorita.
David Mazzucchelli es, sin duda, un dibujante a tener en cuenta, un autor que ha evolucionado desde los primeros cómics Marvel de Kung fu que ilustró, pasando por el Batman: Year One de Frank Miller hasta llegar a su sorprendente primer libro en solitario, Asterios Polyp.
La novela nos relata la historia de un engreído y esteta arquitecto cuyos diseños jamás han sido llevados más allá del papel y que se  dedica a dar clase en la universidad, a atormentar a algunos pupilos y a acostarse con algunas alumnas.
En el peor de los momentos, tras arder su apartamento y habiendo sido abandonado por su mujer, la cual es claramente su antítesis (una bellísima persona que ha luchado toda la vida por salir adelante, que es puro espíritu y arte frente a la fría mente matemática de Asterios), decide romper con todo y huir de la ciudad. Así, Asterios acaba por convertirse en un mecánico de automóviles (increíble la destreza y la memoria eidética de la que hace gala este hombre, gracias a la cual memoriza todos y cada uno de los libros de mecánica de la biblioteca, haciéndose pasar por profesional de este gremio). El arquitecto trata pues de renacer, de volver a hacerse a sí mismo, de abandonar el ambiente en el que se movía e incluso el modo en que pensaba. Es el momento de descubrir la vida desde un nuevo punto de vista.
Intrincada y compleja, la historia no sigue un curso lineal, sino que va hacia delante y hacia atrás, dejándonos pistas sobre el pasado para entender el presente y prever el futuro, arrastrándonos de la ciudad al Midwest norteamericano, del cielo al mismísimo infierno, para al final encajar como un perfecto puzzle.
La manera en que Mazzucchelli relata la historia es pasmosa, pero más allá de narrarla con impresionante habilidad, su verdadera proeza reside en lo visual. Se trata de una obra repleta de simbolismo, de evocadores paralelismos que la convierten en algo glorioso estilísticamente hablando. Cada personaje se representa de un modo distinto, a través de volúmenes, o líneas, de uno u otro color… y siempre está presente el tema de la dualidad. Corazón contra ciencia, arte contra academia, apolíneo y dionisiaco, libertad de elección y destino. Incluso la historia, está narrada en primera persona por el gemelo de Asterios, fallecido antes de nacer.
Hay quien se podría quejar de que los personajes son clichés, que no aportan nada nuevo y sin embargo, me parece un acierto. El planteamiento de Mazzucchelli te ayuda a identificar a cada uno de los que intervienen en la historia fácilmente, a verte reflejado sin tener que darle más vueltas, sin dejar de ir al grano, porque aquí no importa el qué tanto como el cómo.
En resumen, una obra de la que me he enamorado, que tal vez no nos descubra un nuevo universo, pero sí nos ayuda precisamente a vernos reflejados en unos personajes o unas circunstancias que nos enseñan a escapar de la rutina y a ver la vida con otros ojos.
Un minipunto para Mazzucchelli.
La versión española de Asterios Polyp la ha editado Sins Entido en un lujoso tomazo de 344 páginas. ¡¡Que lo disfrutéis!!

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